La hora del cuento

Para realizar esta actividad nos dividimos en grupos, y, cada miembro de cada grupo, que previamente eligió un libro infantil y una estrategia de comunicación literaria, deleito al resto de compañeros de su grupo con la realización de  la estrategia y el libro elegido.

Nuestro grupo éramos dos. Almu y yo.

Las estrategias a elegir eran:

• El cuenta cuentos
• La narración con libro
• La lectura

Y los libros a elegir eran… bueno, Almu eligió Los siete cabritillos y yo elegí  el Zoo de Pitus.

Como me toco empezar presente el libro, que como ya he dicho se titula el Zoo del Pitus. Es un libro que yo leí en el colegio cuando tenia diez años. Lo leíamos todos juntos en clase, cuando uno terminaba de leer seguir otro y así hasta que nos acabamos el libro. 

La historia trata de un niño que enferma y sus padres no tienen dinero para llevarle a un medico extranjero especialista en curar la enfermedad que tiene el niño. Así que los amigos de Pitus se les ocurre organizar un Zoo y cazar animales, construir jaulas, etc.. y así sacar dinero para ayudar a Pitus. 

Es un libro para mayores. Tiene ilustraciones en blanco y negro de los lugares de los protagonistas. 

Elegí la modalidad de la lectura. El planteamiento era, ir leyendo un capitulo cada día, o días alternos, o cada tres días. El primer capitulo, que fue el que leímos en clase, describe a los personajes de la pandilla. La idea era hacer unas ampliaciones de las ilustraciones que acompañaran a cada sesión.

No practique mucho la interpretación y pienso que mi lectura no fue todo lo atractiva que debería. Creo que esto es muy  importante para no destrozar una buena historia.

Almu me dijo que le parecía más adecuado para niños un poco mayores. Creo que no lo he dicho pero la edad que elegí era la de los mayores de segundo ciclo, 5 años. 

Estoy de acuerdo con ella de que para mayores es adecuado, pero creo que para 5 años y por capítulos y bien trabajado puede funcionar.

Almu me dijo que la ausencia de colores haría que no resultasen atractivas las ilustraciones. Es verdad que los colores ayudan a llamar la atención, pero quizás esto pasa más con los más pequeños. Un dibujo en blanco y negro en el que hay detalles, en el que pasan cosas, puede resultar interesante.

Y así termino mi intervención y llego el turno de Almu, que eligió la estrategia de narración con el libro de los siete cabritillos. Creo recordar que la edad que eligió era 3 años. 

El libro que trajo tenía un formato grande con lo que se podían ver bien las ilustraciones desde una cierta distancia. Y las ilustraciones eran muy graciosas. Eran fotografías de las distintas escenas de la historia, hechas de plastilína. Los decorados, los muebles, el reloj de pared, las tijeras y el hilo, todo. Y sin grandes aspavientos, de manera sencilla y agradable me contó el cuento. El único comentario que le hice, creo, fue tratar de poner un poco más de énfasis o suspense o las dos cosas en momentos claves como cuando aparece el lobo. Que los que ya conocemos el cuento sabemos que el lobo esta por ahí, pero para los que no lo han oído nunca…  que miedo!

Seguramente me he olvidado de algo, pero me queda un buen recuerdo de la actividad.